Un gigante de 70 metros yace en el suelo de grava, atado con
cuerdas, su espada ha caído a un lado y su sombreo al otro. Sin ningún miedo muchos
niños y no tan niños trepan por sus ropas, brazos y piernas, se deslizan por
sus cabellos y caminan por su cuerpo.
El parque Gulliver se encuentra en una parte de los jardines
del río Turia dedicada a la infancia, un lugar estratégico muy cercano a la ciudad de las artes y las ciencias junto a
un puente custodiado por grandes gárgolas.
Obra del arquitecto Rafael Rivera y el artista fallero Manolo
Martín y un diseño de Sento Llobell, fue encargada en 1990 por el ayuntamiento
y en 2012 se realizaron tareas de reparación de un coste de 90.000€.
El uso y disfrute es gratuito y son muchas las visitas que
acuden a diario. El gran cuerpo de Gulliver está hecho de materiales blandos y
poco esquinados, cuerdas y redes lo rodean y en el interior de sus sombrero
puedes ver una maqueta a escala de la figura para tener una visión de su
conjunto, cosa que también podrás hacer si miras en google maps.
Al alcance de todos este espacio público dentro de Valencia
nos invita a trepar, deslizarnos, saltar, jugar, correr,… y es que no hace
falta viajar a Liliput para sentirse como un verdadero liliputiense.
Carmen T. Costa
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