martes, 3 de junio de 2014

Yo nunca...y te tocó beber


En el artículo de la semana pasada me permití el lujo de expresar mi propia opinión  acerca de la línea que separa la tendencia de la obsesión y de las consecuencias de seguirlas o  adaptarlas a nosotros mismos, en clave de ironía.
Como bien os adelanté, hoy quiero hablaros, de la autenticidad, ese fenómeno en el que la gente decide ser tal cual y no contaminarse demasiado por el flujo de información que ve en las calles, algunas revistas, ciertos  blogs y demás sitios que comulgan con el ser fotocopias andantes.

¿Nunca habéis visto a alguien a quien a primera vista dedicáis pensamientos o algunos atrevidos, palabras, como por ejemplo "hortera" / "porque llevará ESO"/ "manda huevos"/ "como sale así a la calle"? No mintáis, lo habéis hecho. Y a los pocos días, semanas, habéis indagado o metido en su blog porque queréis saber donde lo ha comprado...porque lo queréis...Si, esa imagen que habéis criticado, no os la habéis podido sacar de vuestra cabeza, os ha rondado y perseguido hasta hacer que la deseéis... Ahora la queréis, porque somos así de caprichosos, culo veo, culo quiero.

Otros no, otro juraréis que jamás nunca vais a vestir así.
Lo cierto es que esa gente a la que criticáis o habéis criticado, en fondo, aunque no lo admitáis, son auténticos, visten lo que quieren cuando quieren, bien se sienten identificados, o porque le gusta y cuando se ven ante un espejo se ven de puta madre y les da igual lo que el resto puede opinar o no, algo que quizás alguno/a de vosotros/as con un armario y medio lleno de ropa de última tendencia no consigue sentir.

Y ojo, no estoy hablando de gente que va disfrazada ni con intención de llamar la atención ni acaparar miradas a costa de ir dando la nota. Ni tampoco hoy estoy metiéndome con Inditex, que es maravilloso, pero para mí como los huevos, es decir que están muy buenos, los huevos fritos están que te mueres, la tortilla de patatas de los mejores inventos culinarios, los pasados por agua, increíbles. Pero no puedes comerlos a diario, porque enfermas.

Y de donde surge la autenticidad.... es algo que requiere su estudio, es lo que los coolhunters se dedican, entre otras cosas, a buscar y observar donde está la diferenciación, lo que mola o no, para luego determinar las pautas de lo que quizás pueda ser tendencia a explotar. Los llamados precursores de tendencias, los que se atreven a mostrar lo que los demás aún no, y que quizás puedan marcar pautas de próximos comportamientos sociales, y añadir nuevos elementos que más tarde pueden incorporarse a la industria y así tener una nueva tanda de fabricación masiva que llegará a las tiendas y será aceptada y consumida por el resto de los mortales. Por lo tanto mi teoría se confirma. Un año y medio después de haber dicho que jamás te pondrías un peplum,, unas tachuelas, unos vaqueros rotos, una sudadera o un crop top, tienes cinco de cada en tu vestidor. Y aquellos zapatos tan terribles que viste una noche en Malasaña hoy los llevas sintiéndote moderna por Ruzafa.

¿Y esto es malo? Para nada!! Solo son reflexiones que me hago un buen día porque es martes y me toca publicar un artículo sobre tendencias y se me pasa por la cabeza este tipo de tragedias y se me ocurren preguntas como ¿Por qué la gente no experimentará más? ¿Por qué no viste cada uno como le apetece realmente sin preocuparse de que dirán o que se lleva? ¿Miedo a expresarnos o mostrar realmente como somos? ¿Es más fácil ocultarnos ante la masa y no se diferenciados? Ahí lo lanzo.... os toca hacer la reflexión a vosotros/as.


¡Hasta el martes que viene!

Salud Martínez 

4 comentarios:

  1. Primero decir que me encanta como escribes. Y como te dije en la otra entrada estoy totalmente de acuerdo contigo.
    También tengo que añadir, que en Valencia, no me arriesgo decir España, somos aún muy cerrados de mente. Yo lo he visto desde peque que he pasado por etapas de vestir super ancho conforme a la música que escucho y demás y bueno ya era el bicho raro, y al principio me sentía bastante mal al salir a la calle, pero yo en mis trece, yo me sentía bien así.

    Está claro que eso no es tendencia, "vestir de ancho, o de rapero" como dirian, pero bueno, si era tendencia para mi en el momento en el hecho de sentirme bien. Más tarde mi estilo ha ido evolucionando como es obvio, el caso es que ahora por el simple hecho de llevar algo como UN SOMBRERO, UN PAÑUELO en la cabeza ya no a modo de turbante que me cubra toda la cabeza, simplemente como una "diadema" o lo más fuerte un mono ROJO, que vale que es rojo- naranja de butanero.

    Y como eso mil cosas más que yo veo hipersimples y la gente te mira y cuchichea y seguramente sean los comentarios que tu dices: Y esta dónde va así vestida? Y casualmente siempre acabo escuchando lo que tu has dicho perfectamente: ay y esto donde te lo compraste? HOLA?

    Yo hace tiempo que ya me dicen esto pega con tal? y la verdad es que se me podrá clasificar de hortera o de lo que sea, pero si nosotras nos lo ponemos y nos gusta qué más da? VIVA EL JUGAR CON LA MODA, cada uno en el grado que quiera y punto pelota.

    Que vaya bien la semana bonita.

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    1. Muchas gracias Cristina!! Me alegro que te guste el artículo, y como escribo ;). Te apoyo totalmente en VIVA EL JUGAR CON LA MODA, esa es la esencia, juega, diviértete, experimenta, utilízala pero no dejes que ella te utilice a ti.
      Un beso e igualmente, feliz semana !!

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