Fruto de una de las
reformas urbanas más significativas del siglo pasado, siguiendo la línea del urbanismo con el que el
barón Haussman transforma París, la Calle
de la Paz une los jardines de la
glorieta y el Parterre con la Plaza de la Reina. Con una anchura de 16 metros y
un trazado rectilíneo en ligera pendiente este magnífico ejemplo de urbanismo
fue diseñado en 1869 por los arquitectos Sorní y Mercade.
Como fondo de perspectiva la torre de Santa Catalina y sus
edificios aunque presentan muy
diferentes estilos muestran un conjunto equilibrado. Es característico el gran número de cafés
y centros de recreo que poblaban la
calle, “El Siglo” o el “Ideal Room” entre otros.
Fue también un núcleo político e intelectual. Cuando
Valencia se convierte en capital de España durante la Segunda República, en el actual Vinci Hotel, o Palace en aquella época, se sitúan las
comisiones de distintos ministerios, así pues era habitual ver en los cafés personalidades como Antonio
Machado. También durante la guerra civil era en sus cafés donde se reunían los
corresponsales e intelectuales extranjeros,
como pudiera ser Ernest Hemingway.
Hoy en día el uso terciario es el que predomina
y el intenso tráfico rodado es una molestia constante, pese a ello, esta
arteria urbana del corazón de Valencia bombea encanto y vida.
Carmen T. Costa
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