viernes, 16 de mayo de 2014

¡Explosión de colores!

¡Boom! ¡Explosión de colores! Azul, amarillo, verde, rosa, una palmera que atraviesa el forjado de una planta a otra haciendo las funciones  de eje de simetría, una estrella de David en  el dintel de la entrada,  columnas de cuerpo y capitel extravagantes. No dejes de mirar, no puedes, aún no has visto todos los detalles.

En el número 20 de la calle Castellón nos sorprende la singular fachada del edificio residencial obra del arquitecto suecano Juan francisco Guardiola Martínez. Más conocida como La casa judía,  se dice de ella que es propiedad de los masones, que en su interior hay una sauna gay o que su autor fue alumno de Gaudí. Lo cierto es que su propietario se llamaba José Salom, fue construida en 1930 y  en sus orígenes contaba con dos pináculos en la parte superior rematando las columnas centrales del edifico. 


 Art déco, modernismo tardío, historicismo de lenguaje neo-egipcio, bollywood,  ¡la casa de un artista fallero!,  su estilo es inclasificable. 



No puedes apartar la mirada, tienes que moverte, verla desde todos los ángulos, cruzar la calle y asomarte para ver el interior a través de los cristales.  Suficiente, ya puedes continuar caminando, ya te has repuesto de la explosión,  aunque el azul, el amarillo, el rosa y el verde siguen en tu retina.

Carmen T. Costa

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